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Foto del escritorJess Martín

La vida perruna, la vida MEJOR.


¡Hola! Somos Reo y Trufa, tenemos 6 años y medio y pertenecemos a una familia numerosa. Vivimos con papá, mamá y nuestro hermanito humano, pero en casa somos muchos más, lo que pasa que son un poco raritos y van a su bola.


En instagram nuestra mami cuenta la vida de dos perritos adoptados a los que quieren con locura y cómo es la vida con perros y niños, pero aquí se pone un poco más seria y hoy quería presentarnos.



Yo soy Trufa, y ahora tengo más o menos 6 años y medio, aunque en la foto tenía aproximadamente un mes.


A mi mamá le contaron que me habían encontrado en una bolsa de basura en el campo, junto con otros perritos que se supone que eran mis hermanos biológicos y nos llevaron a un refugio en Cádiz ¡eso es otra provincia diferente a donde vive mi mamá! Ella no dudó un segundo en adoptarme ya que nos iban a sacrificar, aunque yo no sé qué significa esa palabra, porque en el refugio no nos podían cuidar porque tenían que dedicarnos mucho tiempo y allí había más perritos que necesitaban ser atendidos y muy pocos humanos para cuidarnos a todos.


Mi mamá me llevó a un médico de perritos y este señor le dijo que aproximadamente no llegaba a contar más de un mes de vida, ya que me faltaban dientes y aún era lactante, por lo que mi madre tuvo que darme bibi cada dos horas, lo que hacía que durmiese muy poco, pero luego aprendí a comer solita y ya pudo dormir por las noches. Mi mami también dice que yo fui la fundadora de nuestra manada, ya que soy la hija primogénita, pero ella ya tenía otra perrhija antes de que yo llegara, lo que pasa que se fue al arco iris a los pocos meses de adoptarme; a veces se pone triste cuando la recuerda, pero yo voy corriendo a darle lametones para que sonría otra vez, aunque sé que en el fondo la echa mucho de menos ¡a lo mejor algún día os habla de ella!


Todos dicen que soy un saquito de amor porque me encanta repartir besitos, aunque lo que más me gusta es jugar a la pelota y nadar. A veces dicen que me obsesiono con los juegos y que me vuelvo un poco pesada pero es que estos humanos no entienden lo divertido que puede ser jugar con una pelota, y si es en la playa ¡mejor!



Yo soy Reo, el perrhijo mediano de la manada y actualmente tengo 6 años y medio aproximadamente.


Mis papás fueron hasta Antequera para adoptarme, y por este motivo mi mamá quería llamarme Mollete (gracias papá por elegir tú el nombre).


Donde nací se practicaba la cacería y por eso me cortaron el rabito nada más llegué al mundo, aunque mi mamá no está de acuerdo con esas cosas. Cuando llegué a casa estaba muy asustado y los primeros días lloraba mucho, recuerdo que había una perrita más mayor que me dejaba acurrucarme con ella cuando me ponía triste, pero a los pocos días se durmió y ya nunca se ha vuelto a despertar, mi mamá dice que está en el arco iris soñando cosas bonitas.


Aunque soy un perro muy cariñoso y quiero mucho a mi familia, no me gustan los extraños y soy un poco borde con los humanos que no conozco. Me gusta mucho correr por el campo, ladrar y molestar a Trufa. También me gusta dormir en la cama de mis papás y romper cosas. Por las noches, mi mami se queda despierta con muchos papeles y libros, y a mi me encanta dormirme encima de todo eso.


Tengo un carácter complicado y por ese motivo me regañan mucho, pero soy el preferido de mi mamá y al final siempre me consiente y tapa alguna que otra de mis fechorías. Cuando sueño cosas bonitas muevo el rabito y si no salgo a correr todos los días me pongo muy nervioso y eso hace que me cueste mucho trabajo descansar.


Aún así, mi mamá dice que soy su príncipe que no destiñe porque no es azul, sus ojitos bonitos.



Hemos tenido mucha suerte de que nuestra mamá nos adopte, porque sin duda nuestra familia nos quiere mucho, y aunque todo el mundo decía que con la llegada de nuestro hermano menor nos iban a llevar a vivir a otro sitio, eso no ha pasado, al revés, nos quieren más todavía.


Mi mamá dice que ahora el amor y la felicidad se le ha multiplicado, y que todo el mundo debería tener un perrhijo en su vida. Nosotros sabemos que nunca nos van a abandonar, y que hacen todo lo posible para que estemos sanos y felices.

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