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Jess Martín

Y entonces... ¿¡QUÉ VAMOS A COMER!?

Desde que me quedé embarazada he dedicado la mayor parte de mi tiempo (y mi curiosidad) a indagar en los alimentos que consumimos... Ya desde que empecé a entablar amistad con la cocina, muchas preguntas sin respuesta rondaban en mi cabeza de forma intermitente, la necesidad de replicar los alimentos que compraba en el súper me invadía cada vez que tocaba una sartén...


Entonces, la comida real salió en mi defensa demostrándome así que mis ideas no eran tan descabelladas, que sí, que siempre soy la que rompe el molde, pero que aun así, no estoy loca. A raíz de aquí ruego que si hay algún nutricionista y entendido en la materia (yo no lo soy) por favor, corrija mis errores sin piedad alguna y en base a un argumento que se pueda corroborar científicamente:


Me parece insólito por parte de la sociedad actual el conformismo instaurado en nuestra persona, sobre todo a lo que a la gente de mi edad se refiere. No concibo la idea de una cultura alimenticia instaurada de tal forma, que lo insano se considere sano, simple y llanamente por comodidad para nuestra vida diaria. Me sorprende sobremanera como a día de hoy sigue pareciendo más sano un batido de chocolate que un plátano.


El problema de esta mentalidad, se remonta sobre todo a edades avanzadas, donde encima, en mi caso, el argumento para rebatir teorías sobre nutrición es: ¿¡y qué vamos a comer!? Yo entiendo que para la sociedad anciana, sea difícil afrontar el cambio y hacer entender que ese tipo de alimentación no produce nada bueno al organismo, pero me sorprende cómo la gente de mi alrededor, personas que mentalmente puedo considerar jóvenes y de mentalidad moderna (60-50 años), aún me sigan haciendo esa pregunta, incluso me intenten hacer ver que la fruta y verdura que consumimos también está contaminada. ¡Pues claro que está contaminada! Pero es una comida real, un pimiento es un pimiento, nacido de la tierra, lo contaminan las porquerías que le suministran para matar bichitos o hacer que crezca más rápido o aumente la producción, pero ese pimiento, va a seguir siendo un pimiento.


Yo, desde mi humilde y enorme ignorancia y cuyos conocimientos solo se basan en mis ansias de curiosidad y horas dedicadas a la lectura de libros, artículos y toda clase de referentes al tema, os pregunto: ¿en serio creéis que unos cereales hidrolizados es mejor para un bebé que un plato de macarrones? ¿Confiáis en el batido de chocolate, fresa o vainilla como alimentación saludable, antes que ofrecer fruta? ¿De verdad creéis que los yogures con azúcar de caña contienen azúcar de caña y por eso son sanos? ¿Sabéis realmente lo que significa "alimentación saludable", o asociáis esos alimentos simplemente a los productos 0% porque son los que "no engordan"?


No pretendo convencer a nadie de que deje de consumir galletas Digestive multicaca o batidos de Herbamierder, ¡ni más faltaba! Pero me gustaría que todo el mundo fuese consciente de lo que realmente consume. Yo consumo productos insanos, ¡la primera! pero sabiendo lo que estoy introduciendo en mi cuerpo y el daño que puede ocasionar. Que a mi me digan, que un batido de chocolate es sano porque lleva leche, es el mismo argumento que defender el consumo de drogas porque "salen de las plantas".


El problema a mi entender, desde la perspectiva de una instruida en leyes que lo único que entiende de biología, alimentación y enfermedades es puro pasatiempo, es que somos una sociedad educada en el consumo de este tipo de alimentos, nos gustan y nos hacen la vida fácil, y no lo queremos cambiar; pero luego nos preguntamos de dónde viene esa enfermedad que ahora tengo y que se supone que es hereditaria pero nadie de mi familia la ha tenido antes... Nos creemos que el 0% de las etiquetas es real, porque nos interesa, nos hemos educado así, hemos crecido en esta cultura.


Me sorprende sobremanera cómo ofrecemos antes, sobre todo a los niños, helados y chucherías, en vez de frutas y verduras. Sobretodo en lo que a abuelos se refiere, como sino hubiésemos dejado otra opción que chocolatinas y gominolas; cómo se ofrecen este tipo de alimentos incluso sin preguntar a los padres. Incluso me comentaron una vez, que en países como Holanda, a la edad de un año, los niños devoraban paquetes de patatas fritas, con el mayor de los orgullos... Eso me parece de película gore. No comprendo como optar por este tipo de alimentación como primera opción a sabiendas de los conocimientos actuales, puede resultar la opción más fiable. Depositamos nuestra confianza en los embutidos, el pan de molde y las bebidas de brick; y para colmo, rebatimos al que come plátanos y manzanas diciéndole que están contaminadas...


Cada uno se mata como quiere y no voy a ser yo la que juzgue eso, pero no me parece moral alimentarse de productos "insanos" por desconocimiento, consúmelos, pero sabiendo lo que consumes. Y así, el mundo creará una alimentación equilibrada (que no sana) para la sociedad.

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