Soy la nieta de alguna bruja que no pudiste quemar
No me vais a ver debatiendo sobre la inclusión del lenguaje, o sobre si para ser feminista hace falta ir depilada o no.
Yo no nací para esas guerras...
Yo nací para ser valiente, me vais a ver reclamando mis derechos no solo como mujer, sino como persona. Me vais a ver en una guerra por la igualdad real, donde los colores no sean más que eso, donde no se dude de los méritos de las mujeres que ostentan cargos de poder y cómo han llegado hasta ellos. Me vais a ver en una cruzada por llegar a casa sola, sintiéndome segura (sí, como las compresas). Me vais a ver ejerciendo mi derecho a voto, protestando a todas esas que prefieren no hacerlo, como si fuese algo que no hubiese costado esfuerzos de otras conseguir. Me vais a ver reclamando una conciliación real. Me vais a ver plantando cara a todos esos machirulos y feminazis que no me representan, que no respetan. Me vais a ver peleando, por las que empezaron esta guerra de reclamar nuestra posición, de darnos un lugar fuera más allá de complacer a un marido que no habían elegido.
Por ellas, por las que quieren ser mujer florero y las que no, por las que quieren ser madre o mujer trabajadora, o ambas cosas. Por la que quiere perderse y encontrarse. Por la que se maquilla y la que no. Por la que se abre de piernas. La de la falda corta. La de la camisa de cuadros. Por las que ya no están, por las que vendrán. Esta lucha es por todas...
Porque yo soy todas ellas y ninguna. Porque ya de pequeña apuntaba maneras. La rebelde, la rara, la incoformista, la protestona. Porque no quería ser princesa, porque ser una señora de mi casa no iba conmigo. Porque yo quería ser karateka, astronauta, científica, veterinaria, profesora y mil cosas más. Porque yo quería aprender, tenía sed de conocimiento todo el rato. Y claro que intentaron cortar mis alas, claro que quisieron convencerme de que "las niñas no hacen eso" y aquello otro "era cosa de hombres". Pero resurgí, me rebelé, corté mis cadenas porque sí, porque calladita no estoy más guapa, porque los hombres también lloran, porque puedo ser amiga de los chicos sin necesidad de nada más, porque mujer tenía que ser...
Porque puede que no vea como se gana esta guerra, pero le dejaré el camino más fácil a las generaciones venideras, porque el feminismo existe porque existe el machismo, porque hombres y mujeres solo tenemos diferencias biológicas. Por la igualdad real, porque soy persona...
Y soy mujer, mujer libre y valiente, inconformista, pero soy. Soy la decepción de mi madre, la hija que salió rana, la oveja negra, la nieta de alguna bruja que no pudiste quemar. Soy el orgullo de mi abuela, que era la vergüenza de la familia...
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