Querido Rubén:
Me alegro de que no seas consciente aún de lo que pasa, de que no sepas el significado real del arcoiris que dibujamos hoy, para ti solo es un dibujo más, de una tarde más. Para ti, por suerte, la vida no se ha parado, tú sigues con tus juegos, con tus dibujos y con tus risas. Sigues saliendo "a la calle" y lo único que no entiendes de todo esto es por qué cuando papi o mami van a pasear con Reo y Trufa tú tienes que quedarte en casa y no puedes ir con ellos.
Si fueses un poco más mayor, tendría que explicarte que no podemos salir de casa, que está prohibido porque están pasando "cosas malas", solo de pensarlo me aterra, me siento afortunada, porque, ya que ha tenido que pasar, por lo menos ha sido ahora, por lo menos tú no lo estás sufriendo y no estás siendo consciente de ello ni de lo que vendrá después. Para ti la primavera ha llegado con sus flores, sus abejas y sus golondrinas en la puerta de casa, sigues montando en bici y seguimos visitando a los pajaritos que viven en el patio, ¡qué suerte la tuya no entender que la vida se ha parado! Verte con tus risas y tus gritos hace la situación un poco más sostenible, verte sonreir me hace sonreir a mí.
Es más fácil que no entiendas por qué llevas dos semanas sin poder ver a las primas, o por qué, tu tita Pussy no puede venir a casa a pesar de tenerla, por una vez, tan cerca, es más fácil que no sientas miedo, es más fácil que vivas en la ignorancia de lo que está pasando, es más fácil que para ti los días sigan pasando sin saber cuándo todo volverá a la normalidad, si es que volvemos a la normalidad. Ya habrá tiempo de explicarte que hubo una vez, que dibujamos arociris y los pegamos en las ventanas, para sentir que todo iba a salir bien. Mientras tanto, sigue con tus risas, con tus juegos y con tu inocencia.
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