Alfarnate es un municipio malagueño situado en la Comunidad Autónoma de Andalucía, que pertenece a la comarca de la Axarquía.
Este pueblo, tiene grandes raíces árabes, (lo que ya se puede intuir del nombre) que se dejan entrever entre los diferentes elementos arquitectónicos que lo componen, así como en su distribución de calles estrechas. Alfarnate, considerado pueblo mágico, a mí me ha dejado fría.
Personalmente, no sé si fue que los planes improvisados a la hora de conocer otros lugares no se me amoldan bien, pero no supe ver toda su riqueza cuando lo visité. Si bien es cierto que tiene una ubicación maravillosa y un contenido histórico importante, lo considero de poco interés turístico a pesar de su denominación.
Sin duda, uno de los detalles más característicos del pueblo es la historia de su Ayuntamiento, una obra del siglo XVI, uno de los edificios con funcionalidad pública más antiguos de la provincia de Málaga. Antiguamente tenía la función de pósito municipal, edificio donde se efectuaba el pago de impuestos en especies.
En nuestra visita, pudimos contemplar además la fachada de la Iglesia parroquial de Santa Ana, también del siglo XVI y los puentes de ladrillo que comunican ambas partes del pueblo, el cual está dividido por el arroyo del Palancar.
Como ya os comento que la visita fue improvisada, prometo volver porque me quedaron muchos rincones que descubrir y algunos que me hubiese gustado observar más detenidamente, como el aparcamiento para autocaravanas situado al lado del colegio público del pueblo, y las rutas de senderismo locales del municipio, de corta duración y que seguro, hubiesen hecho magia en mi percepción del municipio.
Sin duda, lo que me enamoró del pueblo, fue un pequeño rinconcito situado en las afueras de éste, con dos sauces y unas mesitas de madera junto al arroyo. Ahí paramos para comer y sin duda, fue lo más bonito que vi del entorno.
Alfarnate, espero volver y recorrer tus calles, y enamorarme de cada rincón.
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