Desde que decidimos convertirnos en opositores hasta que decidimos terminar el camino (en cualquier forma), todos y cada uno de nosotros vamos a enfrentarnos a él, con más o menos ganas, va a llegar el momento en el que vamos a tener que realizar un tipo test.
El test consiste en un ejercicio donde se realiza una pregunta con respuesta múltiple y solo una de ellas es correcta. Está claro que no os he descubierto un mundo nuevo, pero ¿cómo de importantes son los tests?
Un examen tipo test siempre ha sido mi peor enemigo, sobre todo los años de carrera, donde se estilaba que los examenes de derecho penal fuesen con este formato y yo, los odiaba. Ahora, desde que soy opositora no he tenido otra que aprender a aceptarlos e incluirlos en mi vida porque, al fin y al cabo, la primera prueba de cualquier convocatoria suele ser un tipo test o ejercicio de respuesta múltiple (que es lo mismo pero en repelente).
Llegados a este punto, podemos pensar que, evidentemente conocer, cuanto menos, el tipo de examen es importante para no ir tan a ciegas cuando llegue "EL DÍA"; pero si bien es cierto que me he cruzado con muchas personas que consideran que "yo me estudio el temario sin perder tiempo en otras cosas"; y con el caso opuesto "yo solo hago test y paso de estudiar". Mi experiencia me dice que es mejor realizar un 50% de cada, porque sí amigos, las preguntas de desarrollo también existen.
En mi caso personal, como ya os he dicho, un test puede ser el peor de mis castigos en los que a estudio se refiere, sin embargo, bajo mi humilde y nada experto punto de vista, son necesarios. Cuando empecé a opositar y estaba en la academia, nuestro profesor insistía mucho en este tipo de ejercicios y yo, vivía queriendo morirme cada vez que teníamos que hacer uno; así que cuando decidí estudiar por mi cuenta, los desterré de mi vida y os puedo asegurar que no fue la mejor de mis ideas.
Con vistas a mi próxima convocatoria y aprovechando que hoy es "Día de test" os voy a contar cómo los incluyo en mis rutinas de estudio y cómo me ayudan con el temario:
Creo firmemente que los tests son necesarios, pero no creo que estudiar mediante el sistema "tipo test" sea lo más conveniente del mundo. En mi caso, suelo dedicar un día a la semana única y exclusivamente a realizar este tipo de ejercicios y el resto los dedico a estudiar el temario; por lo que, como podéis intuir, los test son un método de repasar lo aprendido, pero no todo queda ahí. Además, es bueno contar con una "libreta de errores" o "libreta de contenido difícil" si sois más mr wonderful. En esta libreta vamos a apuntar todas las preguntas erróneas con su respuesta correcta. ¿Qué consigo con esto? Reforzar los errores para posteriormente convertirlos en aciertos. Además, una vez al día (normalmente antes de dormir) suelo repasar todas esas preguntas y así, nunca caen en el olvido, por lo que así evitamos volver a fallar en las mismas preguntas.
Muchas "opomamis me habéis comentado alguna vez que el problema de los tests es que no os gusta ver fallos o que os da miedo no obtener el mínimo de aciertos. A mi también me pasaba, pero por eso repasamos con test antes del examen, porque estamos aprendiendo y es el momento de cometer todos los errores del mundo para luego no cometerlos el día del examen.
No os creáis que yo soy perfecta, los tests se me dan fatal, no suelo poner atención a la pregunta o cuando pregunta o respuesta son demasiado largas pierdo la atención al leer, además, no soporto dejar preguntas sin contestar, lo que hace que conteste hasta las que no me sé, y eso baja mucho mi puntuación; por tanto, si repasamos este ejercicio vamos a aprender a sobrellevar estos errores y no cometerlos el día de la convocatoria.
Por último, creo que es super recomendable contar con una app que podamos usar desde el móvil para realizar test, ya que así podemos repasar en cualquier momento del día. Yo uso #meludus, pero hay un montón de aplicaciones: opositatest, daypo, gokoan, oposapiens... Lo importante es que contéis con una app que se adecue a vuestras necesidades y con la que os sintáis cómodos, para poder repasar en cualquier momento.
Como ya os he dicho, yo dedico un día de la semana únicamente a repasar mediante tests, pero el resto de la semana siempre hago alguno al final del día. Normalmente, el "Día de test" suelo realizar simulacros de examen, estos simulacros constan de unas 80-100 preguntas y suelen ser de todo el temario. Durante la semana, los tests de repaso suelen ser de entre 30-50 preguntas y normalmente de una materia específica. Además, siempre apunto mis errores para repasarlos y tener en cuenta mis fallos. Para ello divido las preguntas por bloques (os hablé de los bloques en el post anterior), por lo que tengo diferentes libretas para cada bloque. Así, cada noche antes de dormir suelo repasar una temática diferente, lo que hace que mi cabeza no explote por tanta variedad y afianzo mejor los conocimientos.
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