En lo que a oposiciones se refiere, el año empezó muy bien, con mis propósitos y mis rutinas bien definidas y con muchas ganas por empezar el que creía que iba a ser mi año, pero 2024 tenía otros planes para mí.
A 26 días de empezar el año recibí una noticia de esas que te cambian la perspectiva, las prioridades y, en definitiva, la vida. Esta nueva situación ha hecho que mis planes a largo plazo se reduzcan a un mes, no viendo posibilidad de ir "más allá" de ese tiempo. Con esta mentalidad, sentarme a estudiar sabiendo que mientras sea por oposición y no por diversión es tiempo que estoy perdiendo se me ha hecho bola y la solución ha sido dejar de opositar temporalmente.
¿Por qué? Porque nadie tiene la vida comprada, porque me agobio pensando en que tengo que aprovechar mucho el tiempo y que invertirlo en una plaza que no va a llegar antes de un mes no es una buena inversión, porque ahora mi vida se rige por el presente, porque ya no veo futuro.
Si os soy sincera es duro escribir estas letras, es duro dejar unos de mis mayores sueños porque el plazo para convertirlo en realidad supera mis expectativas; es duro darse cuenta de que nadie es eterno y que los planes que hagamos pueden estropearse en una fracción de segundo.
Obvio no quiero dejar de estudiar, pero he decidido dar un giro al asunto. Quienes me leéis, sabéis que estudio por vicio y que estudiar supone mi vía de escape, eso no he dejado de hacerlo, solo que ya no lo enfoco en una plaza que probablemente nunca llegue; así que he decidido recuperar el blog y el motivo con el que se creó: una opomami que busca recovecos para estudiar y sabiduría para afrontar una maternidad que no es la que le han vendido los publicistas.
Con esto lo único que pretendo es evadirme un poco de la realidad que me ha tocado vivir en estos momentos y si por el camino puedo ayudar a alguien, pues mejor.
Si has llegado hasta aquí has de saber que no me voy a morir, que la cosa pinta así pero no es verdad, solo que hay algo por mi cuerpo que no debería estar y eso ha hecho que mis planes de vida se hayan destruido hasta nueva orden; lo que sí está claro es que mi forma de mirar ha cambiado, que yo he cambiado, y eso es algo que me ha parecido fascinante; cómo la mente humana es capaz de hacer "clic" en cuestión de segundos cuando te chocas con un muro de los gordos; si al final, tendré que estar agradecida al 2024 por el hostión que me acaba de pegar...
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