Opositar no es como apuntarse a un curso intensivo de inglés, en el que en menos de tres meses y casi sin esfuerzo te prometen un nivel nativo... Opositar es un trabajo duro, MUY duro, al que hay que dedicar muchas horas y sacrificar otras tantas, al que hay que ponerle ganas, y sobretodo, es un mundo del que probablemente, vamos a tardar más de tres meses en salir.
Esto no son remedios milagrosos para opositores, ni mucho menos, esto constituye mi experiencia personal en mis comienzos y si os escribo hoy este post, es porque cuando comencé a opositar, hace dos años, me hubiese gustado tener algún Pepito Grillo rondando por ahí que me aconsejase y me guiase por este entresijo de convocatorias, temarios y papeles por rellenar.
Para empezar, es importante tener clara la introducción del tema: todo el mundo conoce a alguien que ha obtenido plaza en menos de seis meses, pero eso solo pasa al 1% de la población opositoril. ¿puedes ser tú? ¡Por supuesto que sí! Pero creo que debemos tener claro que en algunas ocasiones no depende de nosotros. Tenemos que tener en cuenta, que para aprobar una oposición, lo primordial es que se oferten plazas, así que visualiza tu objetivo a medio-largo plazo.
Dicho esto y habiendo analizado la situación, debemos analizar nuestras circunstancias personales: ¿cuál es mi ritmo de vida?
Si tengo 18 años, vivo con papá y mamá, sin cargas familiares ni trabajo y mi único fin en la vida es sacarme una oposición, ¡aprovecha eso!
Pero la realidad es que casi el 85% de las personas que opositamos tenemos otras responsabilidades como familia o trabajo. Es muy difícil (que no imposible) asistir a una academia 4 horas seguidas cuando, por ejemplo, tienes un bebé de 2 meses al que alimentas con leche materna a demanda (circunstancia personal). Pues estos "pequeños detalles" son los que debemos tener en cuenta a la hora de organizar nuestras futuras sesiones de estudio. ¿Cuándo voy a estudiar? ¿Cuándo voy a ir a la academia? ¿De qué tiempo dispongo para dedicar a las oposiciones?
Esto no significa que sino dispongo de 8 horas al día para estudiar no pueda opositar, en mi caso personal, el mejor de los días como mucho estudio 3 horas.
Una vez tengas claro el factor tiempo y el factor "no es un curso de e-learning". Vamos a lo importante ¿dónde me informo?
Para empezar tenemos tres posibilidades de preparación de oposiciones:
- Academia (la mayoría de academias ofrecen modalidad online).
- Preparador (no conozco a nadie que prepare mis oposiciones).
- Autoaprendizaje.
Yo, como buena "opositora novata" decidí empezar por una academia, donde me prometían nada más llegar el oro y el moro. Después de unos meses en la academia decidí estudiar en casa, por mi cuenta.
Lo primero que creo que debemos tener en cuenta a la hora de elegir una u otra opción es nuestro nivel académico. y aquí, debemos ser lo más realistas y objetivas posibles: no es lo mismo una persona con estudios mínimos que una persona con estudios superiores. Considero que en el primer caso, y teniendo en cuenta que para opositar se suele estudiar directamente de las Leyes, es importante tener a alguien que nos guíe, pero eso no significa apuntarnos a la primera academia que encontremos. Una buena forma de solventar el tema academias, es asistir a "clases de prueba"; sé que algunas ofertan esta posibilidad, donde ofrecen asistir a una clase gratis y así, poder valorar si es tu academia o no.
Me detengo aquí porque creo que esto es muy importante, ya que en mi academia, la mayoría de mujeres de mi grupo eran personas con estudios muy reducidos y con prácticamente ningún hábito de estudio. Solían ser mujeres de entre 40 - 50 años buscando una oportunidad laboral por diferentes motivos cuya titulación y conocimientos se acababan en la ESO. Estas mujeres, tenían dificultades a la hora de asimilar algunos conceptos, incluso presentaban dificultades para obtener hábitos de estudio o memorización. Personalmente creo que cuando nos enfrentamos a una oposición, es muy importante la constancia y la motivación y soy consciente de que a veces, estos dos factores pueden verse afectados si consideramos que no avanzamos. La academia en la que yo estaba, como única herramienta te ofrecía un planning de estudios, un planning imposible para una señora de 40 años, madre de tres hijos y que trabaja por ejemplo, en una panadería. Por eso considero que es importante dar con la horma de tu zapato en este sentido si buscamos o necesitamos alguien que guíe nuestros primeros pasos en este mundillo.
Estas directrices también se aplican a los preparadores, pues debemos tener en cuenta nuestras circunstancias personales y nuestras capacidades a la hora de elegir un preparador.
Como última opción, podemos estudiar por nuestra cuenta. En este caso considero es importante volver a hacer un autoanálisis lo más objetivo posible sobre nuestras capacidades, teniendo en cuenta:
¿Dónde voy a estudiar?
¿Dispongo de las herramientas necesarias? (Técnicas de estudio, sesiones, rutinas, etc)
¿Necesitaré ayuda para resolver dudas o soy capaz de solventarlas por mi cuenta?
¿Dispongo de la voluntad necesaria para ello?
Creo que estos cuatro puntos son más importantes de lo que parecen y debemos ser sinceras con nosotras mismas en cada uno de ellos, porque al fin y al cabo, engañarnos a nosotras mismas no nos va a ayudar en este camino.
1. Sino dispones de una zona o un momento para estudiar (no hay que tener un estudio super iluminado con todos los productos de papelería del mercado) va a ser muy difícil invocar a la concentración para que haga acto de presencia.
2. Debemos tener en cuenta que para estudiar en casa, debemos dominar técnicas de estudio como son subrayar, esquematizar, leer, memorizar... Y hacerlo todo solitas sin nadie que controle si lo hacemos bien o mal, En este caso pondremos en práctica la técnica ensayo-error hasta dar con la metodología más adecuada para nosotras.
3. Por mucha experiencia que tengamos estudiando, muchos subrayadores bonitos y muchas técnicas que dominemos, de nada sirve si cuando nos surge una duda no sabemos solventarla, o nos distraemos esperando que una divinidad baje a iluminarnos el camino. Tenemos que aprender a ser proactivas y eficaces.
4. Si poseemos los tres puntos anteriores, debemos tener claro que en nuestra casa no tenemos la obligación de asistir a una clase, ni nadie va a venir a incentivarnos, debemos hacerlo nosotras mismas y tener la voluntad necesaria para sacar tiempo de debajo de las piedras, y sentarnos frente a los apuntes y decir "voy con todo".
Vale Petra, tengo claro todo esto y ya sé de qué forma quiero empezar a prepararme. ¿Cómo lo hago?
Bueno, normalmente las convocatorias se suelen anunciar en el BOE, o en el Boletín oficial de la provincia; además, en los tablones de anuncios digitales de los diferentes ayuntamientos también suelen dar esta información. Como último recurso, podéis visitar la web "Opobusca" donde encontraréis listados actualizados diariamente de todas las convocatorias que os interesen.
La última pregunta que me habéis hecho más de un alma opositoril es: ¿Hay que invertir mucho dinero en opositar? ¿Y comprar muchos libros?
En ambos casos la respuesta es NO.
Tenemos que tener en cuenta que los temarios suelen ser anunciados en las bases específicas de las convocatorias, y todos suelen referirse a diferentes leyes. Estas leyes las podemos descargar en el BOE de forma completamente gratuita en formato PDF.
En lo referente al coste económico de una oposición, creo que es un factor muy personal: academias, temarios de las academias, libros de tests, etc. Por lo que ahí, cada uno tiene que considerar a nivel personal cuánto quiere o puede invertir en opositar.
Espero que esta publicación os sea útil y os resuelva alguna que otra duda si estáis coqueteando con la idea de embarcar en este mundo que es la oposición. Me gustaría que si es así me lo hicierais saber, ya sabéis que podéis hacerme llegar vuestras dudas a través de instagram o en los comentarios.
Para terminar, si considerais que me dejo algo importante que deba mencionar sobre éste tema no dudéis en comentarlo también.
Sed felices criaturillas.
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