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Jess Martín

Antes de ser madre y opositora || HORA DE ESTUDIAR


Sin duda mi vida académica antes de ser madre era mucho más sencilla y fácil de manejar, aún así, tardé en entablar amistad con las conocidas técnicas de estudio, si bien hoy son mis mejores aliadas a la hora de enfrentarme al temario opositoril, no fue hasta mi segundo año de carrera cuando empecé a interesarme por ellas.


Durante mi vida adolescente de instituto, nunca necesité un repaso adicional a lo dado en clase y los deberes que mandaban para aprobar los exámenes, siempre se me ha dado bastante bien retener información y no necesitaba sentarme a estudiar fuera del horario escolar, por lo que cuando entré en la universidad no tenía un hábito de estudio instaurado en mi persona y hasta el segundo año tampoco creí necesitarlo.


Sabiendo esto, os podéis imaginar que mi primer año como universitaria fue catastrófico, hice pleno en suspensos. Para situaros, yo empecé la carrera cuando aún existía la licenciatura, aunque ya estaba en progreso de extinción, y os puedo asegurar que enfrentarte a una licenciatura cuando no tienes una metodología de estudio definida o conoces mínimamente algunas técnicas de estudio, es un suicidio académico. Y así paso, que yo, con este don que la madre naturaleza me había regalado, pretendí aprobar cuatro asignaturas de 50 temas cada una (a cual más largo) sin sentarme a leer los libros ni una sola vez en todo el curso, aunque en mi defensa diré que no me perdí ni una clase.


Cuando en Junio vi mi fracaso inminente, decidí hacer algo con mi vida y mínimo, sentarme a leer los libros de vez en cuando, pero el problema no era ese, el problema es que debía habituarme a tener unas rutinas de estudio con las que nunca había trabajado, porque simplemente, nunca me habían hecho falta. En septiembre volvió mi segundo pleno en suspensos, pero lejos de rendirme, me matriculé en los dos cursos el siguiente año y empecé a investigar sobre técnicas y metodología de estudio.


No necesité adquirir muchas de ellas para aprobar a lo largo de la carrera, mi metodología era clara: subrayar, copiar con mis palabras y esquematizar. Con eso fui aprobando y os tengo que admitir, que al pasar de la presencial a la UNED, agradecí haber entablado una valiosa amistad con estas técnicas de estudio que además, combinaba con una buena y estudiada planificación semanal. Soy la diosa del control y no puede haber nada que se escape a mi programación, o puedo sufrir una inestabilidad mental terrible, aún así, mi percepción del control y la organización desde que soy madre y opositora ha cambiado.


Como podeis comprobar, no dispongo de grandes remedios ni de técnicas milagrosas para sobrevivir a los exámenes, creo que la constancia es importante y crear una buena rutina con una metodología que se adapte 100% a nuestras necesidades, por lo que en base a eso y después de conocer varias técnicas, creo que lo mejor que podemos hacer si queremos tener un estudio exitoso es personalizar las técnicas de estudio de las que disponemos o que conocemos. Recuerda que todos somos diferentes, tenemos necesidades diferentes y capacidades diferentes, y copiar lo que otros hacen nunca es buena idea, ya que no nos dará resultados y nos frustaremos.


Si queréis saber más, seguid atentos a esta sección y si os ha gustado, regaladme mucho amor.

Lindo día y sed felices.

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